SISTEMA DE EVALAUCIÓN

La pedagogía Waldorf defiende una evaluación tanto cuantitativa como cualitativa. A la hora de evaluar a un alumno se tiene en cuenta que alcance los objetivos pero también los valores que ha adquirido durante el proceso. Se evalúa a los alumnos al finalizar un trabajo o presentación pero también se controla el proceso, cómo va llevando el trabajo y lo que van aprendiendo. Se puede decir que es una evaluación exhaustiva ya que se analizan prácticamente todas las acciones y productos de los alumnos.

La finalidad de la evaluación en un centro Waldorf es formadora: con las preguntas (en su mayoría orales) y el resto de instrumentos de evaluación de los profesores se pretende hacer al alumno testigo de su propio aprendizaje. Hay muchos trabajos en grupo, lo que favorece que aprendan a valorar y conocer cómo han trabajado. El objetivo último de la evaluación es que los alumnos lleguen a una autoevaluación y autoconciencia sobre su trabajo.

Con todos los medios de evaluación que utilizamos, se consigue una evaluación inclusiva: cada alumno es diferente y aprende de una manera diferente, por lo que es necesario que la evaluación siga la misma idea.  

Un aspecto muy importante en nuestro sistema de evaluación es la evaluación de la práctica docente. Es importante evaluar a los alumnos para poder comprobar que su evolución es adecuada, pero también es necesario que los profesores revisen y cuestionen sus propios métodos. Por normativa, el equipo docente se debe reunir todas las semanas para estudiar y analizar todos los aspectos referentes al proceso de enseñanza para detectar qué funciona y qué no y así poder mejorar la calidad de la enseñanza


Aunque gracias a nuestro sistema de organización las familias están muy involucradas, para incentivar la participación tanto de los alumnos como de sus familias en el proceso de evalaución y las distintas actividades del centro, un pequeño porcentaje de la nota final dependerá de esa participación.


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